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El 11 de septiembre de 2001

Era el martes 11 de septiembre de 2001. Una mañana soleada que permitía ver la ciudad de Nueva York a kilómetros de distancia. La desgracia se desencadena cuando cuatro aviones son “secuestrados” aparentemente por fundamentalistas islámicos. Dos son desviados de sus rutas para incrustarse dentro de las torres gemelas del World Trade Center con una diferencia de tan solo 18 minutos. La tercera es estrellada en un ala del pentágono, y la cuarta aparentemente cae a tierra sin determinarse el por qué.

Esta maquinaria fue planeada durante muchos años, pero hace un año atrás se puso en marcha, cuando el actual presidente por los republicanos, George Bush hijo comienza su campaña electoral para competir con el demócrata Al Gore. Como todos recordaremos, Bush logra imponerse por muy poco margen, luego de un escandaloso y poco transparente recuento de votos.

Pero, ¿qué hizo el actual presidente norteamericano para asegurarse las elecciones?. Pactó con los grandes grupos armamentistas mundiales, dentro de los cuales se encuentran sus propias fuerzas armadas y las organizaciones de seguridad.

Recordemos que su padre fue quien quería llevar a cabo la famosa “guerra de las galaxias” ideada en la presidencia Reagan, un sistema de defensa antinuclear generado por medio de satélites que localizarían y destruirían ojivas antes de que impacten en el blanco. Efectivamente, la actual presidencia quería continuar hasta llevar a la realidad dicho sistema. Pero esto va mucho más allá.

En la edición de septiembre de 2001 de la revista informática USERS, figura un interesante reportaje a Ariel Garbanz, el ingeniero que desarrolló el software con el que se investigó el lavado de dinero en la Argentina, y quien también se encargó de cuidar la seguridad en las comunicaciones de muchos funcionarios del gobierno argentino.

En dicho artículo comenta las disputas en materia de seguridad que tienen los diversos organismos norteamericanos: “…la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSA) choca siempre con el FBI, como antes lo hacia la CIA con el FBI. ¿Por qué? Porque en los EEUU los organismos de seguridad tienen sus propios proveedores. Aparte estamos hablando de presupuestos enormes.

El congreso norteamericano votó este año 48.000 millones de dólares de presupuesto para seguridad teleinformática. El año pasado, el presupuesto que pidió Clinton y aprobó el congreso era de solo 2.000 millones. Es decir, en el 2001, se pasó de 2.000 a 48.000 millones.

¿A qué se debe este crecimiento tan abrupto en el presupuesto de un área tan restringida como la seguridad teleinformática? Se debe a que el gobierno norteamericano está terriblemente preocupado por el tema de los virus y por la guerra cibernética. Le tiene más miedo a un ataque terrorista informático que a una bomba real.

Le preocupa que le hagan un colapso en Wall Street. Pero no es un miedo solo del poder ejecutivo, el congreso votó 48.000 millones de dólares para ¡seguridad informática! Se matan entre los organismos de seguridad para quedarse con eso, porque hay que repartirlo.

Entonces, lo que tiene que hacer el FBI es demostrar que la NSA son una manga de inútiles, y la NSA tiene que demostrar que el FBI trabaja mal para quedarse con algunos, porque además eso va a tecnología, y la tecnología informática sigue siendo una caja negra, y lo seguirá siendo para la mayoría de los votantes.

Muy poca gente puede entender las cuestiones tecnológicas para las que se utiliza el dinero, entonces ¿quién va a hacer la auditoría de esto?… lo que tiene que hacer el FBI es demostrar que la NSA son una manga de inútiles, y la NSA tiene que demostrar que el FBI trabaja mal para quedarse con algunos, porque además eso va a tecnología, y la tecnología informática sigue siendo una caja negra, y lo seguirá siendo para la mayoría de los votantes.

La NSA está llena de gente que antes laburaba en la CIA; la CIA murió desde que existe la NSA, pero está la misma ideología, la misma gente de mierda dentro de la NSA, entonces esta gente es capaz de cualquier cosa, es capaz de poner una bomba para justificar mayor presupuesto.

Además a estos tipos también hay que tranquilizarlos, hay que mantenerlos bien pagos.” Esta nota fue hecha en agosto de 2001, un mes antes del atentado. Si también recordamos que George Bush padre fue director de la CIA desde el 30 de enero del ‘76 hasta el 20 de enero de 1977, creo que todo se auto explica.

Resulta demasiado sospechoso también que el hijo genere una guerra al igual que lo hizo su padre, con la guerra del Golfo, guerra al fin que si bien fue corta, sirvió como propaganda publicitaria de todo el armamento y tecnología con que contaba Estados Unidos, si es que puede llamarse guerra a una contienda en la cual EEUU solo tiene menos de una decena de bajas contra las 70.000 muertes que sufrió Irak.
Cada tantos años, esta tecnología debe venderse y ha llegado el momento…

Entonces, ¿cómo hacer entrar en una carrera armamentista a una nación que no cree firmemente en las dotes de conducción de su presidente? Efectivamente, en tan solo siete meses de dirigencia, la gestión de Bush llevó la economía norteamericana a una recesión que no tenía posibilidades de revertirse, aumentando también el desempleo. Con este oscuro panorama, resulta exageradamente difícil de lograr el cumplir con los pactos secretos que lo llevaron al poder. A menos que…

A menos que se repita el apoyo incondicional que tuvo el presidente Franklin D. Roosevelt de parte del pueblo para entrar a la segunda guerra mundial tras el ataque a la base de Pearl Harbor. ¿No resulta extraño que meses antes de la voladura de las torres gemelas haya habido una película éxito de taquilla en todo el mundo con una remake del ataque japonés?.

No, no resulta extraño si aceptamos que todo ya estaba perpetrado de antemano para levantar el nacionalismo yanqui. Recordemos como el espectáculo sirvió de propaganda política también en la época de Hitler para reforzar la moral nacionalista de los alemanes utilizando la obra de Wagner. Hollywood siempre ha sido la capital del lavado de cerebro a nivel mundial, haciéndoles creer a las demás naciones de la superioridad norteamericana. No olvidemos que desde sus comienzos, la política y la farándula siempre estuvieron ligadas. Es por ello que no extraña que las frases utilizadas por el presidente para rematar sus discursos al dirigirse al pueblo suenen tan a película de acción.

¿Pero cómo lograr dicho cambio abrupto en la mentalidad del ciudadano común?, un ciudadano que no ha vivido en carne propia, salvo por películas, el horror de la guerra y la necesidad de venganza.
Pues bien, con un ataque furtivo y simulado a los principales focos, tanto económico -el World Trade Center- como militar -el Pentágono-.

Estos ataques lograron que de un día para el otro, un 90% de la opinión pública esté ávida de venganza sobre un enemigo que desconoce, y lo que es mejor, se logró obtener carta abierta cedida por el senado para que el presidente decida el rumbo a tomar. Y en su primer medida destinó 20.000 millones de dólares a seguridad y 50.000 para mantener una estabilidad económica en Europa, convirtiéndose los EEUU en “paladín y faro de la libertad en el mundo”. Y lo más lamentable es que esta maquinaria recién comienza.

.:: ¿Cómo se realizaron los atentados? ::.
La principal función del piloto se centra en el despegue del avión, el seteo del rumbo y el aterrizaje. La mayor parte del vuelo es realizada con el piloto automático, que se va guiando en su ruta por medio de radiofaros que se encuentran por todo el país. ¿Pero que pasa si además entra en escena un nuevo actor de la tecnología que es el GPS?.

Este aparato logra, mediante una triangulación entre dos satélites y el avión, conocer la ubicación exacta dentro del mapa. Recordemos que este sistema solo poseía exactitud milimétrica para uso militar, mientras que en el ámbito civil si bien se lo utilizaba, tenía cierta diferencia grosera de metros, pero desde hace más de un año se extendió dicha exactitud, por decisión del congreso norteamericano para uso civil.

No es de extrañar entonces que mediante un programa informático se hayan controlado los aviones de forma remota para estrellarse contra las torres. Programas como el Flight Simulator de Microsoft tienen las coordenadas que cualquiera podría utilizar y hasta entrenarse en el vuelo.

Respecto a los terroristas, es muy fácil hacer que cinco ciudadanos de origen musulmán aborden determinados vuelos para movilizarse por razones de trabajo.

También las llamadas hechas por la estrella de la CNN, Calin Olsen pudieron ser trucadas para convencer al marido que era un ataque terrorista, ya que los organizadores sabían que al recibirlas, su esposo iría derecho a la CNN para difundirlas a todo el mundo y no quede dudas de que los terroristas se trataban de fundamentalistas islámicos.

Ahora, ¿por qué tomar represalias contra Afganistán si ni siquiera Usama Bin Laden se adjudicó los atentados?. Porque de crearse un conflicto bélico de proporciones en oriente medio, EEUU sabe que por ese país pasa el oleoducto más grande del mundo, que conecta a Asia con Europa. Un cese del suministro de petróleo al viejo continente generaría que se tengan que buscar rutas alternativas con los graves inconvenientes que ello acarrearía en medio de un conflicto bélico. Recordemos los problemas que tuvo Alemania para enviar tecnología al Japón en la segunda guerra mundial, por no lograr la conexión asiática en la zona de India y Pakistán.

Y, ¿a dónde nos lleva esta guerra? Esta guerra que Estados Unidos ha creado, no es contra una nación en particular sino contra el terrorismo, que es mucho peor, ya que no hay un enemigo determinado. Esto desencadenará que todos seamos sospechosos, ya sea por llevar turbante, tener otro color de piel, otra religión, etc.

Toda sociedad se basa en la confianza que cada ciudadano deposita en que su vecino respete las mismas leyes que uno. El problema surge cuando un integrante de esa sociedad ya no solo no las respeta e ignora, sino que está dispuesto a morir por no respetarlas.

En ese marco nos encontramos ante una civilización en la cual todos nos convertimos en sospechosos, caldo de cultivo para costumbres xenofóbicas. Según el diario Clarín, en su edición del 12 de septiembre de 2001 cita: “…Confiamos en nuestros vecinos. Confiamos en que la seguridad de todos es una razón suficiente para mantener nuestras disputas dentro de la legalidad. Ahora esa tenue red de confianza se rompió. Y puede ser reemplazada por el control y el miedo. ¿Será este un signo del nuevo siglo?…”.

Una guerra contra el terrorismo generará más violencia en escalada, en la cual quizás la única solución que encontremos sea el ataque nuclear, como ocurrió en la segunda guerra mundial con Hiroshima y Nagasaki, salvo que ahora ¿cuántas bombas serán necesarias para frenar el odio que unos pocos comenzaron como un negocio?.

Joshua Lomax

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Publicado por en 13 noviembre, 2010. Archivado en Complots,Conspiraciones,Destacado. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response or trackback to this entry

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